Finanzas personales
Antes de invertir… ahorrar
Si estás en este blog es porque querés saber más sobre el mundo de las inversiones. Pero antes de hablar de acciones, bonos, inversión ganadera, en ladrillos, negocios y balances, empecemos por ordenar tus finanzas personales.
Así como no podés lanzarte del trampolín olímpico la primera vez que vas a una piscina, no deberías empezar a invertir hasta que sientas que tenés el control de los ingresos y gastos de tu hogar y tu familia. Por eso, en Amber Academy, te dejamos algunos tips para gestionar y organizar tu economía.
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Necesidades vs Deseos
Tus gastos se dividen en dos categorías principales: necesidades y deseos.
Las necesidades son todos esos gastos imprescindibles para que tu vida avance sin sobresaltos: vivienda, alimentos, atención médica, transporte, educación.
Los deseos no son menos importantes, pero sí menos urgentes: una escapada de fin de semana, un festival de música con amigos, comprarte el décimo par de zapatillas o cambiar el sillón.
Asegurate de tener bien cubiertas todas tus necesidades y con el resto, ocupate de tus deseos y de tu ahorro.
La regla del 50/30/20
50% necesidades, 30% deseos, 20% ahorro.
No existen fórmulas secretas ni recetas infalibles, pero la regla del 50/30/20 es un punto de partida seguro para poner tu economía en orden.
La ecuación es fácil: tomá tu ingreso líquido mensual (es decir, lo que te queda después de los descuentos e impuestos) y dividilo en 3 partes: necesidades, deseos y ahorro.
Esta regla deberá ajustarse a los ingresos de cada persona, no hay que tomarla literal, en algunos casos los porcentajes pueden variar, pero lo más importante es poder estructurar el ingreso en 3 partes.
1. Necesidades (50%)
Destiná la mitad de tus ingresos a todos esos gastos prioritarios. Las cosas urgentes, cotidianas, las que no podés posponer.
Amber Tip:
Te sugerimos llevar un registro minucioso de estos gastos, para no olvidarte de ninguno. Excel, Google Keep, las notas del celular o lápiz y papel. Elegí el formato que te quede más cómodo, pero anotá todo.
2. Deseos (30%)
Una vez que tus gastos mensuales están cubiertos, llegó el momento de disfrutar. Darte algunos gustos cada mes es imprescindible para sentirte bien, pero igual de importante es pensar en el futuro, por eso te sugerimos utilizar - como tope - un 30% de tus ingresos mensuales para el ocio y el disfrute.
¿Y con el 20% restante qué hago? Ahorrar.
3. Ahorro (20%)
En la medida de tus posibilidades, lo ideal es que ahorres al menos un 20% de tu ingreso mensual. Los ahorros son los cimientos de cualquier economía sana. Ahorrar para los imprevistos, para el futuro, para los gastos grandes como vivienda o vehículo. Y sobre todo, ahorrar para invertir.
Siguiendo esta sencilla fórmula, en pocos meses tu economía personal y familiar puede pasar del caos al orden y vos podés empezar a pensar en qué vas a invertir por primera vez.

La red del trapecista
Es muy importante tener una red debajo ante cualquier eventualidad. A esto se lo conoce como “fondo de emergencia” y generalmente se recomienda que cubra entre tres y seis meses de gastos personales esenciales. Esta cantidad tiene como objetivo proporcionar una red de seguridad financiera que permita afrontar situaciones imprevistas como la pérdida de empleo, emergencias médicas o reparaciones importantes sin necesidad de incurrir en deudas. El objetivo es tener suficiente para sentirse seguro, pero también ser realista a la hora de ahorrar.
¿Ya puedo invertir?
Para empezar a invertir primero tenés que tener tus finanzas en orden. Te recomendamos que leas estos artículos (Saldar deudas, Presupuestación, Intereses de las tarjetas) antes de dar tus primeros pasos en el fascinante mundo de las inversiones. En este último encontrarás el ABC del inversor, para que puedas elegir dónde, cuándo y cómo hacer crecer tus ahorros.